(La conferencia que no dí)
Las mujeres no son vacas, ni mascotas, ni juguetes para humillar, dominar, y controlar
Tú lo sabes, pero muchos hombres no.
Porque no se sienten merecedores algunos hombres tienen que robar y violar.
Y no solamente a las mujeres adultas.
Por Lydia Cacho conocemos la extensa explotación sexual de niños, desde los seis años de edad.
Por Digna Ochoa (Octubre 2001) sabemos que la valentía moral es sumamente peligrosa y que muchos hombres no saben toleran una justa y oportuna aplicación de la ley.
Los que necesitan de la impunidad no saben querer, ni otras, ni a sí mismos.
Por Atenco (Mayo 2006) sabemos que la policía, es decir, algunos hombres sin mucha auto-estima, tienen que robar y humillar. De otra manera, cómo se explica su comportamiento:
“Me metía los dedos en la boca y en la vagina y me obligó a hacerle sexo oral, me echó su esperma en mi suéter blanco. Y vino otro policía y lo mismo, me agarró mis pechos y dijo: ésta está bien buena y está amantando (sic), ¿verdad? Puta perra!
Las mujeres no son vacas.
Los hombres con frequencia son perros.
Pero esta encarnación no es obligada.
En mi opinion no deberíamos celebrar el Día de la Mujer.
Mejor celebrar a la mujer misma.
Pero cómo, si no sabemos siquiera celebrarnos a nosotros?
Mi experiencia de 30 años en grupos para hombres me dice que éstos no se conocen a sí mismos.
Han aprendido solamente dos opciones en sus relaciones con mujeres:
Golpearlas o alejarse haciendo pucheros.
No sabemos que en nosotros está disponible toda la gama de emociones que tienen las mujeres.
No sabemos hablar con mujeres, porque ellas tienen más habilidad táctica en esta area – la de sobrevivirnos.
Pero los hombres pueden aprender a defenderse, con palabras y no sentir pánico ni rabia.
Pueden aprender a sentir emociones.
Pueden aprender paulatinamente a reconocer su decepción, su enojo, su miedo, su profunda y sepultada tristeza por muchas cosas, especialmente por la distanciamiento con su padre, que también se sentía solo.
Pueden aprender a respaldar a otros hombres, en vez de competir con ellos, y hablar de qué es esto de ser un hombre en este mundo.
Y cuando descubren que tienen emociones de que no hay que avergonzarse, pueden ser menos dependientes, emocionalmente, de mujeres.
Van a saber que no hay garantías de lealtad, y que toda forma de dominación, que toda presión, toda presunción de lealtad hace imposible una madura y satisfactoria forma de amor.
Y quizás vayamos a descubrir que las mujeres no son vacas y que nosotros no somos perros.
CUANTO GUSTO ME DIO LEER TU DISCURSO Y LAMENTO QUE no haya sido escuchado porque merece que muchos hombres lo escuchen y lo practiquen,pero siento un poco de desesperanza en pensar todo lo que hace falta y cuanto mas vamos a tener que pasar para que hombres y mujeres piensen asi´.Espero que a ti no te haya costado mucho dolor el llegar a este convencimiento,gracias por este momento de conciencia .
Hola, Hortensia! Gracias por tus palabras de apoyo! Sí, los hombres tienen que aprender mucho más sobre si mismos, sobre su enojo, sus tristezas, sus decepciones, hasta que sepan que solo ellos sean responsables por mitigarlas. Un abrazo!